miércoles, 14 de abril de 2010

A medias.

Pasan los días y entre tantas vueltas marcadas en el piso y en la cama, se hizo evidente la incomodidad que siento. Pensé entre hipótesis que era una especie de poca costumbre o el olvido de convivir a solas conmigo. Confieso que he tratado de evitar verme así, quizá ha sido miedo de verme sin vos.
Esta noche conversé con mis ideas y lo confirmé. Desde que no estás ando a medias. Trastabillando por el camino; sosteniéndome de la gente que pasa veloz; respirando profundo en la orilla para continuar; llevando a cuestas la incertidumbre y un dolor muy bien guardado. Mi paso es más lento y cauteloso. Poco me importan las cosas con las que antes me hacía mala sangre. Estoy un poco más impulsiva, calculo que por ser realmente conciente de que la vida es tan larga como dura, y si dura hasta hoy mañana ya nada puedo hacer. Muchas veces me cuesta mirar a futuro. Mi cuerpo pesa el doble, y es que la injusticia pesa. Tengo la mirada distinta, mis ojos se humedecen más seguido y todo lo contemplan como si mis pupilas quisieran fotografiar los momentos para no olvidar ni un solo detalle. Me ha costado mucho reírme a carcajadas otra vez. He sido cristiana, budista, metafísica, atea, loca y realista, intentando algún tipo de entendimiento. He pasado noches enteras reconstruyéndote, para que las texturas, el olor, la voz, sean exactamente como fueron; pero aún así siento la ausencia, porque cuando quiero acariciar las texturas se esfuman, cuando quiero empaparme con tu olor pierdo el olfato, cuando imagino tu voz nada tienes para decirme. Si me cruzo con novedades tiemblo y me cuesta el doble despedirme. He corrido durante días, quizá con la esperanza de encontrarte o por la necesidad de huir. Cuando me detengo caigo exhausta y frustrada; nunca te encuentro y de lo que huyo me persigue. Soy contigua al piso por un tiempo, hasta que recuerdo que me tengo que levantar sin tu ayuda. Sigo.
Andar a medias, andar a la mitad, caminar incompleta, renga, media vacía. Así es caminar la vida sin tus pasos al costado, sin tu brazo en mi hombro y mi cabeza descansando en el tuyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario